domingo, 10 de marzo de 2013

El poema más sublime de todos los siglos

Marduk luchando con Tiamat
La poesía es la expresión literaria más hermosa de todas. Es un recurso literario para decir verdades con figuras y metáforas en un tono rítmico, melódico, elocuente y elegante.

La Biblia no está exenta de poesía. En realidad dentro de ella encontramos libros enteros ricos en poesía. Por ejemplo el más bello y atrevido poema jamás escrito antes ni después "El Cantar de los Cantares", el cual exalta de una manera excelsa la relación sexual coital entre un hombre y una mujer. Pero si creemos que solo ese libro y los Salmos son poesía dentro de la Biblia, estamos muy equivocados.

En esta oportunidad quiero mostrarte el poema más sublime de todos los tiempos. Pero para entenderlo debes tener una mente abierta ¡Muy abierta! ¿Te atreves? Seguramente te parecerá muy atrevida la forma de leer este poema, pero quizá no hay mejor manera de leerla que esta.

Sin tapujos y sin más redondear, el poema del que te hablo es el que leemos al principio de toda la Biblia, el capítulo número uno de Génesis. Sí, leíste bien, ese capítulo no es historia, es POEMA ¡Y el más sublime de todos los tiempos!

Antes que dejes este blog por "hereje", déjame exponer las razones por las cuales afirmo que es un poema.

Resulta que existe un poema babilónico llamado "Enuma Elish" que, según arqueólogos, es más antiguo que el Génesis (data de los siglos XIX-XVI a. de C.). El poema en español significa "Cuando en lo alto" que son las dos primeras palabras del poema, al igual que el libro del Génesis, su nombre procede de las primeras palabras del poema "En el principio". Y es de este poema del Enuma Elish que los redactores del Génesis se inspiraron y escribieron el capítulo uno.

"En el poema (Enuma Elish) se cuenta como las primeras cuatro generaciones de dioses fueron creadas a partir de la pareja primigenia, Apsu, el dios del agua fresca y el abismo, y Tiamat, la diosa dragón del agua salada y el caos. Pero su descendencia era tan irritantemente ruidosa que Apsu quiso destruirlos para poder seguir durmiendo. Ea, uno de los descendientes, lo supo, y mató a Apsu. Sin embargo, Tiamat, deseosa de venganza, mandó un tropel de monstruos horripilantes. Ante los cuales, los dioses retroceden asustados.

Los dioses parecían condenados hasta que Marduk, hijo de Ea, respondió a la llamada de su padre para que le ayudara contra tan temibles enemigos. Sin embargo, Marduk aceptó salvar a los dioses de la amenaza de Tiamat sólo si prometían otorgarle la autoridad suprema. Reunidos en asamblea, los dioses quisieron que pasara una prueba antes de someterse a semejante condición. Colocaron una constelación en medio de ellos y le pidieron a Marduk que la destruyera y la recreara según su voluntad. Marduk habló y la constelación se desvaneció, volvió a hablar y la constelación se creó de nuevo. Ante esto, los dioses se regocijaron y le llamaron rey, por ello desde entonces a Marduk se le conoce como "Pastor de las Estrellas". Capturó a los monstruos de Tiamat y luego se enfrentó a la diosa primigenia, matándola con un arco y flechas. Marduk troceó en dos mitades el cadáver del dragón, convirtiendo una parte en la tierra y la otra parte en el cielo, y con la sangre de la diosa creo a la raza humana.

Es posible que se usara el citado poema babilónico Enuma Elish como base de la narración del texto bíblico sobre la creación, o al menos en cuanto a los binomios: vida y muerte, caos y orden. Es también evidente que subyace la antigua concepción del universo mesopotámico. Las narraciones mesopotámica tienen prácticamente el mismo orden que el relato bíblico, incluidos los seis días de actividad y el séptimo de descanso.

En el relato bíblico, sin embargo, destaca la figura original de un Dios creador de todo lo que existe. Un Dios que crea al hombre, del barro, a su imagen y semejanza y con dominio sobre la Tierra." (1)

Así que lo más probable, insisto, es que los redactores del capítulo uno del Génesis se inspiraron en el Enuma Elish pero atribuyendo al Dios de Israel todo lo creado.

¡Que maravilloso es leer el capítulo uno del Génesis como un poema que exalta al verdadero Dios!

Por cierto, el hecho de que el capítulo uno no sea historia, no significa que no sea cierto. La verdad es que nunca vamos a saber cómo Dios creó las cosas, lo que sí sabemos es que él lo creó todo y por eso lo exaltamos y agradecemos.

¿Qué opinas de todo esto que te he dicho? ¡Debatamos ya!

(1) Revissen el Artículo de Marian Gómez, POEMA DE LA CREACIÓN MESOPOTÁMICA, en él encontrarán más información del Enuma Elish.

miércoles, 30 de enero de 2013

Propósito del Génesis

Hay que aclarar de entrada que el Génesis no tiene como propósito explicarnos cómo surgieron todas las cosas, como normalmente pensamos.

La verdad es que Génesis tampoco puede ser considerado un libro que tenga una certeza histórica, sería más justo considerarlo un libro que atribuye a Dios toda la creación y el origen de todas las cosas. Además, hay que ser sinceros, la ciencia se mofaría del libro por no tener cómo comprobar los sucesos que se relatan y tendría la ciencia toda la razón de hacerlo.

El punto del libro no es mostrarnos al detalle cómo surgieron las cosas, sino por quién fueran creadas. También nos muestra que desde el principio de los tiempos el ser humano se ha desviado del camino correcto y que por tanto necesita la redención.

Otra de las cosas relevantes que resaltar sobre el libro es que presenta a Dios como alguien que se relaciona muy íntimamente con toda su creación. Se relaciona muy íntimamente con la naturaleza y también con la humanidad.

¿Acaso no es especial saber que Dios siempre ha estado muy relacionado con toda su creación? Dios no hizo el universo y luego lo abandonó a su suerte, ¡Él sigue presente y muy relacionado con todo y todos!

Ese es el Dios que presenta Génesis, ¡Cercano!

Si tenemos que dividir el Génesis en varias partes yo apoyaría la división que hace el comentario Mundo Hispano:

*Dios y su creación
*Dios y la humanidad
*Dios y Abraham
*Dios e Isaac
*Dios y Jacob
*Dios y José...

Ese bosquejo del libro nos muestra a un Dios cercano y muy íntimamente relacionado con su creación.

domingo, 10 de marzo de 2013

El poema más sublime de todos los siglos

Marduk luchando con Tiamat
La poesía es la expresión literaria más hermosa de todas. Es un recurso literario para decir verdades con figuras y metáforas en un tono rítmico, melódico, elocuente y elegante.

La Biblia no está exenta de poesía. En realidad dentro de ella encontramos libros enteros ricos en poesía. Por ejemplo el más bello y atrevido poema jamás escrito antes ni después "El Cantar de los Cantares", el cual exalta de una manera excelsa la relación sexual coital entre un hombre y una mujer. Pero si creemos que solo ese libro y los Salmos son poesía dentro de la Biblia, estamos muy equivocados.

En esta oportunidad quiero mostrarte el poema más sublime de todos los tiempos. Pero para entenderlo debes tener una mente abierta ¡Muy abierta! ¿Te atreves? Seguramente te parecerá muy atrevida la forma de leer este poema, pero quizá no hay mejor manera de leerla que esta.

Sin tapujos y sin más redondear, el poema del que te hablo es el que leemos al principio de toda la Biblia, el capítulo número uno de Génesis. Sí, leíste bien, ese capítulo no es historia, es POEMA ¡Y el más sublime de todos los tiempos!

Antes que dejes este blog por "hereje", déjame exponer las razones por las cuales afirmo que es un poema.

Resulta que existe un poema babilónico llamado "Enuma Elish" que, según arqueólogos, es más antiguo que el Génesis (data de los siglos XIX-XVI a. de C.). El poema en español significa "Cuando en lo alto" que son las dos primeras palabras del poema, al igual que el libro del Génesis, su nombre procede de las primeras palabras del poema "En el principio". Y es de este poema del Enuma Elish que los redactores del Génesis se inspiraron y escribieron el capítulo uno.

"En el poema (Enuma Elish) se cuenta como las primeras cuatro generaciones de dioses fueron creadas a partir de la pareja primigenia, Apsu, el dios del agua fresca y el abismo, y Tiamat, la diosa dragón del agua salada y el caos. Pero su descendencia era tan irritantemente ruidosa que Apsu quiso destruirlos para poder seguir durmiendo. Ea, uno de los descendientes, lo supo, y mató a Apsu. Sin embargo, Tiamat, deseosa de venganza, mandó un tropel de monstruos horripilantes. Ante los cuales, los dioses retroceden asustados.

Los dioses parecían condenados hasta que Marduk, hijo de Ea, respondió a la llamada de su padre para que le ayudara contra tan temibles enemigos. Sin embargo, Marduk aceptó salvar a los dioses de la amenaza de Tiamat sólo si prometían otorgarle la autoridad suprema. Reunidos en asamblea, los dioses quisieron que pasara una prueba antes de someterse a semejante condición. Colocaron una constelación en medio de ellos y le pidieron a Marduk que la destruyera y la recreara según su voluntad. Marduk habló y la constelación se desvaneció, volvió a hablar y la constelación se creó de nuevo. Ante esto, los dioses se regocijaron y le llamaron rey, por ello desde entonces a Marduk se le conoce como "Pastor de las Estrellas". Capturó a los monstruos de Tiamat y luego se enfrentó a la diosa primigenia, matándola con un arco y flechas. Marduk troceó en dos mitades el cadáver del dragón, convirtiendo una parte en la tierra y la otra parte en el cielo, y con la sangre de la diosa creo a la raza humana.

Es posible que se usara el citado poema babilónico Enuma Elish como base de la narración del texto bíblico sobre la creación, o al menos en cuanto a los binomios: vida y muerte, caos y orden. Es también evidente que subyace la antigua concepción del universo mesopotámico. Las narraciones mesopotámica tienen prácticamente el mismo orden que el relato bíblico, incluidos los seis días de actividad y el séptimo de descanso.

En el relato bíblico, sin embargo, destaca la figura original de un Dios creador de todo lo que existe. Un Dios que crea al hombre, del barro, a su imagen y semejanza y con dominio sobre la Tierra." (1)

Así que lo más probable, insisto, es que los redactores del capítulo uno del Génesis se inspiraron en el Enuma Elish pero atribuyendo al Dios de Israel todo lo creado.

¡Que maravilloso es leer el capítulo uno del Génesis como un poema que exalta al verdadero Dios!

Por cierto, el hecho de que el capítulo uno no sea historia, no significa que no sea cierto. La verdad es que nunca vamos a saber cómo Dios creó las cosas, lo que sí sabemos es que él lo creó todo y por eso lo exaltamos y agradecemos.

¿Qué opinas de todo esto que te he dicho? ¡Debatamos ya!

(1) Revissen el Artículo de Marian Gómez, POEMA DE LA CREACIÓN MESOPOTÁMICA, en él encontrarán más información del Enuma Elish.

miércoles, 30 de enero de 2013

Propósito del Génesis

Hay que aclarar de entrada que el Génesis no tiene como propósito explicarnos cómo surgieron todas las cosas, como normalmente pensamos.

La verdad es que Génesis tampoco puede ser considerado un libro que tenga una certeza histórica, sería más justo considerarlo un libro que atribuye a Dios toda la creación y el origen de todas las cosas. Además, hay que ser sinceros, la ciencia se mofaría del libro por no tener cómo comprobar los sucesos que se relatan y tendría la ciencia toda la razón de hacerlo.

El punto del libro no es mostrarnos al detalle cómo surgieron las cosas, sino por quién fueran creadas. También nos muestra que desde el principio de los tiempos el ser humano se ha desviado del camino correcto y que por tanto necesita la redención.

Otra de las cosas relevantes que resaltar sobre el libro es que presenta a Dios como alguien que se relaciona muy íntimamente con toda su creación. Se relaciona muy íntimamente con la naturaleza y también con la humanidad.

¿Acaso no es especial saber que Dios siempre ha estado muy relacionado con toda su creación? Dios no hizo el universo y luego lo abandonó a su suerte, ¡Él sigue presente y muy relacionado con todo y todos!

Ese es el Dios que presenta Génesis, ¡Cercano!

Si tenemos que dividir el Génesis en varias partes yo apoyaría la división que hace el comentario Mundo Hispano:

*Dios y su creación
*Dios y la humanidad
*Dios y Abraham
*Dios e Isaac
*Dios y Jacob
*Dios y José...

Ese bosquejo del libro nos muestra a un Dios cercano y muy íntimamente relacionado con su creación.