Muchos de los relatos del Génesis carecen de evidencia histórica, es decir no son ciertos. No obstante eso no quiere decir que no sean verdad.

Esos y muchos otros relatos del Génesis no tienen argumentos sólidos para considerarlos ciertos. Es más, otros libros de la Biblia como Jonás, Ester, relatos del Éxodo, relatos del libro de Josué… tampoco son ciertos, pero esto no quiere decir que no son verdad.
Cuando digo que no son ciertos pero que son verdad, me estoy refiriendo a que detrás de esas historias se esconden verdades. Sí, verdades para justificar sucesos políticos, económicos y religiosos del momento en que se redactaron esos libros, y en nuestro caso el Génesis. Y no fueron redactados para conservar la memoria de cómo pasaron las cosas. Es decir que para los redactores no era tan importante cómo sucedieron históricamente las cosas, sino por qué y para qué.
Pongamos un ejemplo:
Todo el relato de cómo nacieron hasta cómo Jacob usurpó la primogenitura de Esaú carece de certeza histórica, y fue redactado de esa manera en la corte de Salomón para justificar el reinado de él y no de su hermano mayor, a quien por ley le tocaba ser Rey de Israel. Esto quiere decir que el relato fue escrito con un fin político, pero no por eso deja de ser Palabra de Dios.
Después de ese ejemplo podemos preguntarnos ¿El que los relatos del Génesis no sean ciertos quiere decir que todo el tiempo hemos creído una mentira? No, definitivamente no. Insisto en que lo importante no son los detalles históricos, sino qué nos enseñan esos relatos. Lo central de los relatos no es contarnos al pie de la letra cómo sucedió todo, sino trasmitirnos las verdades que Dios quiere que entendamos y así hacer su voluntad.
Pronto entraremos de lleno al estudio a conciencia de cada capítulo del Génesis y abordaremos con más paciencia y exhaustivamente estos temas. Por ahora me encantaría pensar que ustedes tienen una mente abierta y así que juntos podamos ir construyendo las reflexiones basadas en las verdades que el libro quiere transmitirnos, y no me gustaría pensar que ustedes abandonan este espacio de reflexiones bíblicas con la idea que esto es “hereje” y seguir creyendo en dogmatismos y cosas que carecen de certeza histórica abrazando ideas falsas no bíblicas.
En una era como esta, de la información, es necesario estudiar a conciencia las Escrituras y echar mano de las ciencias que lejos de desvirtuar la Biblia lo que hacen es abrirnos un panorama más amplio y así comprender lo que realmente el Espíritu de Dios quiere enseñarnos a través del Génesis.
Ezequiel Barrera