Solo la pregunta que sirve como título a esta entrada del blog puede parecer chocante para los que siempre han creído que el Génesis es producto del puño y letra de Moisés, pero la verdad hay suficiente evidencia histórica, además de literaria, para afirmar que el libro del Génesis no fue escrito por Moisés. Y si no fue escrito por él, ¿Entonces quién es el autor? o mejor dicho aún, que sería una pregunta más acertada, ¿Quiénes fueron los redactores del Génesis?
Durante los últimos años, Génesis ha sido uno de los libros más estudiados de la Biblia, y no solo hermenéuticamente, es decir no solo se ha estudiado el texto, sino también el contexto literario, social, económico, político y religioso que rodea al libro. Y cuando digo CONTEXTO no solo me refiero a lo que rodeaba a los relatos del libro, también incluyo lo que rodeaba el momento en que fue redactado. Y dicho sea de paso, no tenemos que confundir el tiempo en que sucedieron las cosas que relata el libro con el tiempo en que fue redactado, pues son dos momentos totalmente distintos.
Entre esos estudios e investigaciones se le ha dado mucha importancia a quiénes fueron los redactores del Génesis. Asunto que en esta oportunidad queremos abordar.
Resulta que hoy en día, producto de las investigaciones y estudios, no solamente tenemos la afirmación tradicional, que dice que la paternidad literaria del libro le pertenece a Moisés, sino también tenemos la postura crítica histórica-literaria.
Sobre la afirmación tradicional no profundizaré, me interesa más compartir lo que plantea la postura crítica histórica-literaria, que en mi opinión tiene más peso en razón de sus argumentos históricos y literarios.
Esta postura propone que la mayoría de los libros de la Biblia, sobre todo el Pentateuco y los que conocemos como "históricos" y en nuestro caso el Génesis, son el producto de un proceso histórico. Es decir, hay una hipótesis documentaria que sostiene que el Génesis es una colección de varios documentos de diversos orígenes, tiempos y autores anónimos.
Los proponentes de esta postura afirman que en el Génesis hay, por lo menos, tres documentos principales. El primero, llamado Yahvista (J) en el cual consistentemente se usa el vocablo hebreo Jehovah como nombre de Dios. Su autor se presume pertenecía al territorio sur del reino y fue el autor más antiguo. Un segundo documento (E), el Elohista, que usa el vocablo hebreo Elohim como nombre de Dios y cuyo autor fue influido por las predicaciones éticas de los profetas y de fecha posterior al Yahvista. Y un tercer documento (P) llamado Sacerdotal que presenta las reflexiones teológicas, los temas de interés al culto, las genealogías, etc., todos de interés peculiar a los sacerdotes. (1)
Reflexionando en esto podemos sacar una primera lección. Aceptar que Génesis no fue escrito por Moisés y que en realidad para ser redactado tuvo que pasar por todo un proceso, nos lleva también a pensar que las Escrituras no fueron el producto de un dictado divino para que escribieran el contenido de los libros, y en nuestro caso el Génesis.
Se piensa erróneamente que los autores de la Biblia tenían un éxtasis o un trance espiritual en el cual Dios les revelaba lo que tenían que escribir y lo que no, y que por eso las escrituras son santas e inspiradas por el Espíritu Santo, pero la verdad es que las cosas nunca sucedieron así. Los libros de la Biblia, como en el Génesis, fueron el producto de todo un proceso y de varios autores, que quizá nunca lleguemos a conocer, y que incluso los escribían con una ideología política, económica y religiosa. Pero es precisamente todo eso lo que el Espíritu Santo inspiró y que tomó como su Palabra.
¿Esto en qué nos ayuda para nuestra vida cotidiana? No sé si lo han notado, pero personalmente encuentro una gran enseñanza sobre cómo todo lo que hacemos puede ser tomado por el Espíritu Santo para bendecir a otros.
Los redactores del Génesis no estaban enterados que sus escritos, con fines políticos, económicos y religiosos, se convertirían en las sagradas escrituras que hoy bendicen a todos los cristianos. Asimismo lo que nosotros hacemos, quizá con otros fines, Dios lo puede utilizar para bendecir a otros, sin que nos enteremos.
¡Me encanta pensar que Dios puede usar mi vida sin que yo me entere! Y mejor, porque si me enterara quizá mi corazón podría llenarse de orgullo y pecar.
Permíteme decirte algo poderoso: ¡Dios te usa sin que lo notes! ¡Alabado sea nuestro Dios que se ha fijado en nosotros para usarnos!
En la próxima ocasión seguiremos abordando el tema de quiénes están detrás de la redacción del Génesis, pues aún no lo hemos agotado. ¡Los espero la próxima ocasión!
Ezequiel Barrera
Notas:
(1) Comentario bíblico Mundo Hispano, Introducción al Génesis.
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sábado, 6 de octubre de 2012
¿Quiénes escribieron el Génesis? I parte
Solo la pregunta que sirve como título a esta entrada del blog puede parecer chocante para los que siempre han creído que el Génesis es producto del puño y letra de Moisés, pero la verdad hay suficiente evidencia histórica, además de literaria, para afirmar que el libro del Génesis no fue escrito por Moisés. Y si no fue escrito por él, ¿Entonces quién es el autor? o mejor dicho aún, que sería una pregunta más acertada, ¿Quiénes fueron los redactores del Génesis?
Durante los últimos años, Génesis ha sido uno de los libros más estudiados de la Biblia, y no solo hermenéuticamente, es decir no solo se ha estudiado el texto, sino también el contexto literario, social, económico, político y religioso que rodea al libro. Y cuando digo CONTEXTO no solo me refiero a lo que rodeaba a los relatos del libro, también incluyo lo que rodeaba el momento en que fue redactado. Y dicho sea de paso, no tenemos que confundir el tiempo en que sucedieron las cosas que relata el libro con el tiempo en que fue redactado, pues son dos momentos totalmente distintos.
Entre esos estudios e investigaciones se le ha dado mucha importancia a quiénes fueron los redactores del Génesis. Asunto que en esta oportunidad queremos abordar.
Resulta que hoy en día, producto de las investigaciones y estudios, no solamente tenemos la afirmación tradicional, que dice que la paternidad literaria del libro le pertenece a Moisés, sino también tenemos la postura crítica histórica-literaria.
Sobre la afirmación tradicional no profundizaré, me interesa más compartir lo que plantea la postura crítica histórica-literaria, que en mi opinión tiene más peso en razón de sus argumentos históricos y literarios.
Esta postura propone que la mayoría de los libros de la Biblia, sobre todo el Pentateuco y los que conocemos como "históricos" y en nuestro caso el Génesis, son el producto de un proceso histórico. Es decir, hay una hipótesis documentaria que sostiene que el Génesis es una colección de varios documentos de diversos orígenes, tiempos y autores anónimos.
Los proponentes de esta postura afirman que en el Génesis hay, por lo menos, tres documentos principales. El primero, llamado Yahvista (J) en el cual consistentemente se usa el vocablo hebreo Jehovah como nombre de Dios. Su autor se presume pertenecía al territorio sur del reino y fue el autor más antiguo. Un segundo documento (E), el Elohista, que usa el vocablo hebreo Elohim como nombre de Dios y cuyo autor fue influido por las predicaciones éticas de los profetas y de fecha posterior al Yahvista. Y un tercer documento (P) llamado Sacerdotal que presenta las reflexiones teológicas, los temas de interés al culto, las genealogías, etc., todos de interés peculiar a los sacerdotes. (1)
Reflexionando en esto podemos sacar una primera lección. Aceptar que Génesis no fue escrito por Moisés y que en realidad para ser redactado tuvo que pasar por todo un proceso, nos lleva también a pensar que las Escrituras no fueron el producto de un dictado divino para que escribieran el contenido de los libros, y en nuestro caso el Génesis.
Se piensa erróneamente que los autores de la Biblia tenían un éxtasis o un trance espiritual en el cual Dios les revelaba lo que tenían que escribir y lo que no, y que por eso las escrituras son santas e inspiradas por el Espíritu Santo, pero la verdad es que las cosas nunca sucedieron así. Los libros de la Biblia, como en el Génesis, fueron el producto de todo un proceso y de varios autores, que quizá nunca lleguemos a conocer, y que incluso los escribían con una ideología política, económica y religiosa. Pero es precisamente todo eso lo que el Espíritu Santo inspiró y que tomó como su Palabra.
¿Esto en qué nos ayuda para nuestra vida cotidiana? No sé si lo han notado, pero personalmente encuentro una gran enseñanza sobre cómo todo lo que hacemos puede ser tomado por el Espíritu Santo para bendecir a otros.
Los redactores del Génesis no estaban enterados que sus escritos, con fines políticos, económicos y religiosos, se convertirían en las sagradas escrituras que hoy bendicen a todos los cristianos. Asimismo lo que nosotros hacemos, quizá con otros fines, Dios lo puede utilizar para bendecir a otros, sin que nos enteremos.
¡Me encanta pensar que Dios puede usar mi vida sin que yo me entere! Y mejor, porque si me enterara quizá mi corazón podría llenarse de orgullo y pecar.
Permíteme decirte algo poderoso: ¡Dios te usa sin que lo notes! ¡Alabado sea nuestro Dios que se ha fijado en nosotros para usarnos!
En la próxima ocasión seguiremos abordando el tema de quiénes están detrás de la redacción del Génesis, pues aún no lo hemos agotado. ¡Los espero la próxima ocasión!
Ezequiel Barrera
Notas:
(1) Comentario bíblico Mundo Hispano, Introducción al Génesis.
Durante los últimos años, Génesis ha sido uno de los libros más estudiados de la Biblia, y no solo hermenéuticamente, es decir no solo se ha estudiado el texto, sino también el contexto literario, social, económico, político y religioso que rodea al libro. Y cuando digo CONTEXTO no solo me refiero a lo que rodeaba a los relatos del libro, también incluyo lo que rodeaba el momento en que fue redactado. Y dicho sea de paso, no tenemos que confundir el tiempo en que sucedieron las cosas que relata el libro con el tiempo en que fue redactado, pues son dos momentos totalmente distintos.
Entre esos estudios e investigaciones se le ha dado mucha importancia a quiénes fueron los redactores del Génesis. Asunto que en esta oportunidad queremos abordar.
Resulta que hoy en día, producto de las investigaciones y estudios, no solamente tenemos la afirmación tradicional, que dice que la paternidad literaria del libro le pertenece a Moisés, sino también tenemos la postura crítica histórica-literaria.
Sobre la afirmación tradicional no profundizaré, me interesa más compartir lo que plantea la postura crítica histórica-literaria, que en mi opinión tiene más peso en razón de sus argumentos históricos y literarios.
Esta postura propone que la mayoría de los libros de la Biblia, sobre todo el Pentateuco y los que conocemos como "históricos" y en nuestro caso el Génesis, son el producto de un proceso histórico. Es decir, hay una hipótesis documentaria que sostiene que el Génesis es una colección de varios documentos de diversos orígenes, tiempos y autores anónimos.
Los proponentes de esta postura afirman que en el Génesis hay, por lo menos, tres documentos principales. El primero, llamado Yahvista (J) en el cual consistentemente se usa el vocablo hebreo Jehovah como nombre de Dios. Su autor se presume pertenecía al territorio sur del reino y fue el autor más antiguo. Un segundo documento (E), el Elohista, que usa el vocablo hebreo Elohim como nombre de Dios y cuyo autor fue influido por las predicaciones éticas de los profetas y de fecha posterior al Yahvista. Y un tercer documento (P) llamado Sacerdotal que presenta las reflexiones teológicas, los temas de interés al culto, las genealogías, etc., todos de interés peculiar a los sacerdotes. (1)
Reflexionando en esto podemos sacar una primera lección. Aceptar que Génesis no fue escrito por Moisés y que en realidad para ser redactado tuvo que pasar por todo un proceso, nos lleva también a pensar que las Escrituras no fueron el producto de un dictado divino para que escribieran el contenido de los libros, y en nuestro caso el Génesis.
Se piensa erróneamente que los autores de la Biblia tenían un éxtasis o un trance espiritual en el cual Dios les revelaba lo que tenían que escribir y lo que no, y que por eso las escrituras son santas e inspiradas por el Espíritu Santo, pero la verdad es que las cosas nunca sucedieron así. Los libros de la Biblia, como en el Génesis, fueron el producto de todo un proceso y de varios autores, que quizá nunca lleguemos a conocer, y que incluso los escribían con una ideología política, económica y religiosa. Pero es precisamente todo eso lo que el Espíritu Santo inspiró y que tomó como su Palabra.
¿Esto en qué nos ayuda para nuestra vida cotidiana? No sé si lo han notado, pero personalmente encuentro una gran enseñanza sobre cómo todo lo que hacemos puede ser tomado por el Espíritu Santo para bendecir a otros.
Los redactores del Génesis no estaban enterados que sus escritos, con fines políticos, económicos y religiosos, se convertirían en las sagradas escrituras que hoy bendicen a todos los cristianos. Asimismo lo que nosotros hacemos, quizá con otros fines, Dios lo puede utilizar para bendecir a otros, sin que nos enteremos.
¡Me encanta pensar que Dios puede usar mi vida sin que yo me entere! Y mejor, porque si me enterara quizá mi corazón podría llenarse de orgullo y pecar.
Permíteme decirte algo poderoso: ¡Dios te usa sin que lo notes! ¡Alabado sea nuestro Dios que se ha fijado en nosotros para usarnos!
En la próxima ocasión seguiremos abordando el tema de quiénes están detrás de la redacción del Génesis, pues aún no lo hemos agotado. ¡Los espero la próxima ocasión!
Ezequiel Barrera
Notas:
(1) Comentario bíblico Mundo Hispano, Introducción al Génesis.
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