miércoles, 17 de octubre de 2012

Que no sea cierto no significa que no sea verdad

 Si afirmar que Moisés no escribió el Génesis, por razones que aun están pendientes de tratar en este blog, no provocó escándalo, la siguiente afirmación seguramente sí:
Muchos de los relatos del Génesis carecen de evidencia histórica, es decir no son ciertos. No obstante eso no quiere decir que no sean verdad.
Relatos como el de la creación que tenemos en el primer capítulo y el otro relato de la creación en el segundo capítulo, o el relato del pecado original en el tercero no son ciertos, de la misma forma podemos hablar sobre el relato del parto de los gemelos Esaú y Jacob… entre otros.

Esos y muchos otros relatos del Génesis no tienen argumentos sólidos para considerarlos ciertos. Es más, otros libros de la Biblia como Jonás, Ester, relatos del Éxodo, relatos del libro de Josué… tampoco son ciertos, pero esto no quiere decir que no son verdad.

Cuando digo que no son ciertos pero que son verdad, me estoy refiriendo a que detrás de esas historias se esconden verdades. Sí, verdades para justificar sucesos políticos, económicos y religiosos del momento en que se redactaron esos libros, y en nuestro caso el Génesis. Y no fueron redactados para conservar la memoria de cómo pasaron las cosas. Es decir que para los redactores no era tan importante cómo sucedieron históricamente las cosas, sino por qué y para qué.

Pongamos un ejemplo:

Todo el relato de cómo nacieron hasta cómo Jacob usurpó la primogenitura de Esaú carece de certeza histórica, y fue redactado de esa manera en la corte de Salomón para justificar el reinado de él y no de su hermano mayor, a quien por ley le tocaba ser Rey de Israel. Esto quiere decir que el relato fue escrito con un fin político, pero no por eso deja de ser Palabra de Dios.

Después de ese ejemplo podemos preguntarnos ¿El que los relatos del Génesis no sean ciertos quiere decir que todo el tiempo hemos creído una mentira? No, definitivamente no. Insisto en que lo importante no son los detalles históricos, sino qué nos enseñan esos relatos. Lo central de los relatos no es contarnos al pie de la letra cómo sucedió todo, sino trasmitirnos las verdades que Dios quiere que entendamos y así hacer su voluntad.

Pronto entraremos de lleno al estudio a conciencia de cada capítulo del Génesis y abordaremos con más paciencia y exhaustivamente estos temas. Por ahora me encantaría pensar que ustedes tienen una mente abierta y así que juntos podamos ir construyendo las reflexiones basadas en las verdades que el libro quiere transmitirnos, y no me gustaría pensar que ustedes abandonan este espacio de reflexiones bíblicas con la idea que esto es “hereje” y seguir creyendo en dogmatismos y cosas que carecen de certeza histórica abrazando ideas falsas no bíblicas.

En una era como esta, de la información, es necesario estudiar a conciencia las Escrituras y echar mano de las ciencias que lejos de desvirtuar la Biblia lo que hacen es abrirnos un panorama más amplio y así comprender lo que realmente el Espíritu de Dios quiere enseñarnos a través del Génesis.

Ezequiel Barrera

sábado, 6 de octubre de 2012

¿Quiénes escribieron el Génesis? I parte

Solo la pregunta que sirve como título a esta entrada del blog puede parecer chocante para los que siempre han creído que el Génesis es producto del puño y letra de Moisés, pero la verdad hay suficiente evidencia histórica, además de literaria, para afirmar que el libro del Génesis no fue escrito por Moisés. Y si no fue escrito por él, ¿Entonces quién es el autor? o mejor dicho aún, que sería una pregunta más acertada, ¿Quiénes fueron los redactores del Génesis?

Durante los últimos años, Génesis ha sido uno de los libros más estudiados de la Biblia, y no solo hermenéuticamente, es decir no solo se ha estudiado el texto, sino también el contexto literario, social, económico, político y religioso que rodea al libro. Y cuando digo CONTEXTO no solo me refiero a lo que rodeaba a los relatos del libro, también incluyo lo que rodeaba el momento en que fue redactado. Y dicho sea de paso, no tenemos que confundir el tiempo en que sucedieron las cosas que relata el libro con el tiempo en que fue redactado, pues son dos momentos totalmente distintos.

Entre esos estudios e investigaciones se le ha dado mucha importancia a quiénes fueron los redactores del Génesis. Asunto que en esta oportunidad queremos abordar.

Resulta que hoy en día, producto de las investigaciones y estudios, no solamente tenemos la afirmación tradicional, que dice que la paternidad literaria del libro le pertenece a Moisés, sino también tenemos la postura crítica histórica-literaria.

Sobre la afirmación tradicional no profundizaré, me interesa más compartir lo que plantea la postura crítica histórica-literaria, que en mi opinión tiene más peso en razón de sus argumentos históricos y literarios.

Esta postura propone que la mayoría de los libros de la Biblia, sobre todo el Pentateuco y los que conocemos como "históricos" y en nuestro caso el Génesis, son el producto de un proceso histórico. Es decir, hay una hipótesis documentaria que sostiene que el Génesis es una colección de varios documentos de diversos orígenes, tiempos y autores anónimos.

Los proponentes de esta postura afirman que en el Génesis hay, por lo menos, tres documentos principales. El primero, llamado Yahvista (J) en el cual consistentemente se usa el vocablo hebreo Jehovah como nombre de Dios. Su autor se presume pertenecía al territorio sur del reino y fue el autor más antiguo. Un segundo documento (E), el Elohista, que usa el vocablo hebreo Elohim como nombre de Dios y cuyo autor fue influido por las predicaciones éticas de los profetas y de fecha posterior al Yahvista. Y un tercer documento (P) llamado Sacerdotal que presenta las reflexiones teológicas, los temas de interés al culto, las genealogías, etc., todos de interés peculiar a los sacerdotes. (1)

Reflexionando en esto podemos sacar una primera lección. Aceptar que Génesis no fue escrito por Moisés y que en realidad para ser redactado tuvo que pasar por todo un proceso, nos lleva también a pensar que las Escrituras no fueron el producto de un dictado divino para que escribieran el contenido de los libros, y en nuestro caso el Génesis.

Se piensa erróneamente que los autores de la Biblia tenían un éxtasis o un trance espiritual en el cual Dios les revelaba lo que tenían que escribir y lo que no, y que por eso las escrituras son santas e inspiradas por el Espíritu Santo, pero la verdad es que las cosas nunca sucedieron así. Los libros de la Biblia, como en el Génesis, fueron el producto de todo un proceso y de varios autores, que quizá nunca lleguemos a conocer, y que incluso los escribían con una ideología política, económica y religiosa. Pero es precisamente todo eso lo que el Espíritu Santo inspiró y que tomó como su Palabra.

¿Esto en qué nos ayuda para nuestra vida cotidiana? No sé si lo han notado, pero personalmente encuentro una gran enseñanza sobre cómo todo lo que hacemos puede ser tomado por el Espíritu Santo para bendecir a otros.

Los redactores del Génesis no estaban enterados que sus escritos, con fines políticos, económicos y religiosos, se convertirían en las sagradas escrituras que hoy bendicen a todos los cristianos. Asimismo lo que nosotros hacemos, quizá con otros fines, Dios lo puede utilizar para bendecir a otros, sin que nos enteremos.

¡Me encanta pensar que Dios puede usar mi vida sin que yo me entere! Y mejor, porque si me enterara quizá mi corazón podría llenarse de orgullo y pecar.

Permíteme decirte algo poderoso: ¡Dios te usa sin que lo notes! ¡Alabado sea nuestro Dios que se ha fijado en nosotros para usarnos!

En la próxima ocasión seguiremos abordando el tema de quiénes están detrás de la redacción del Génesis, pues aún no lo hemos agotado. ¡Los espero la próxima ocasión!

Ezequiel Barrera

Notas:
(1) Comentario bíblico Mundo Hispano, Introducción al Génesis.

viernes, 5 de octubre de 2012

Génesis, un libro de sorpresas

Génesis es un libro que está lleno de sorpresas, porque cuando uno comienza a estudiarlo con un verdadero interés se encuentra con cosas que son totalmente distintas a las que nos han enseñado.

No estoy diciendo que las enseñanzas sacadas de este libro y expuestas desde un púlpito cristiano sean malas, ni hechas con una mala intención. De hecho muchos predicadores son personas sinceras y comprometidas con Dios, pero les hace falta un estudio serio de las escrituras y eso provoca que enseñen cosas que la Biblia no dice y así extravían a los cristianos que también tienen un patrimonio del saber muy pobre y aceptan todo solo porque el predicador lo dice.

¿El predicador está mal por no estudiar seriamente las escrituras y enseñar lo que él entiende? ¿Los cristianos están mal al aceptar todo lo que sus predicadores les enseñan? No, definitivamente no. Ni el predicador tiene la culpa de enseñar mal las escrituras, ni los laicos al aceptar todo lo que se les enseña.

Hemos heredado desde tiempos antiquísimos una teología basada en el "Amén automático", que acepta todo  sin cuestionar si es cierto o si realmente tiene fundamento bíblico, y luego se reproduce esas enseñanzas, tal cual se recibieron. El predicador recibió una enseñanza superficial de las escrituras cuando él era laico y luego que se convirtió en predicador enseña el sistema de doctrinas que aprendió.

Por eso ha llegado el tiempo de acercarnos más al texto bíblico y despojarnos del presupuesto de ideas que tenemos sobre la biblia, y en este caso del libro del Génesis, y dejar que la Biblia misma nos hable y no hacer que ella diga lo que nosotros queremos que diga para continuar con las ideas que hemos aprendido de otros predicadores y no de las escrituras.

Nuestro estudio del Génesis en este blog nos llevará a encontrarnos con sorpresas y cosas que parecerán chocantes con lo que hemos aprendido anteriormente, pero es ahí cuando debemos tener una mente libre de prejuicios para comprometernos con la Biblia y no con las ideas que alguien nos enseñó sobre el Génesis.

Este blog es una oportunidad para el debate, en donde ustedes pueden opinar libremente sin temor y así juntos ir construyendo las reflexiones que Génesis nos dejará para nuestra vida cotidiana.

¡Que el Espíritu nos guíe a toda verdad! Y que esa verdad nos incite a ser mejores cristianos para con Dios y con las personas que nos rodean en la realidad latinoamericana en la que vivimos.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Que no sea cierto no significa que no sea verdad

 Si afirmar que Moisés no escribió el Génesis, por razones que aun están pendientes de tratar en este blog, no provocó escándalo, la siguiente afirmación seguramente sí:
Muchos de los relatos del Génesis carecen de evidencia histórica, es decir no son ciertos. No obstante eso no quiere decir que no sean verdad.
Relatos como el de la creación que tenemos en el primer capítulo y el otro relato de la creación en el segundo capítulo, o el relato del pecado original en el tercero no son ciertos, de la misma forma podemos hablar sobre el relato del parto de los gemelos Esaú y Jacob… entre otros.

Esos y muchos otros relatos del Génesis no tienen argumentos sólidos para considerarlos ciertos. Es más, otros libros de la Biblia como Jonás, Ester, relatos del Éxodo, relatos del libro de Josué… tampoco son ciertos, pero esto no quiere decir que no son verdad.

Cuando digo que no son ciertos pero que son verdad, me estoy refiriendo a que detrás de esas historias se esconden verdades. Sí, verdades para justificar sucesos políticos, económicos y religiosos del momento en que se redactaron esos libros, y en nuestro caso el Génesis. Y no fueron redactados para conservar la memoria de cómo pasaron las cosas. Es decir que para los redactores no era tan importante cómo sucedieron históricamente las cosas, sino por qué y para qué.

Pongamos un ejemplo:

Todo el relato de cómo nacieron hasta cómo Jacob usurpó la primogenitura de Esaú carece de certeza histórica, y fue redactado de esa manera en la corte de Salomón para justificar el reinado de él y no de su hermano mayor, a quien por ley le tocaba ser Rey de Israel. Esto quiere decir que el relato fue escrito con un fin político, pero no por eso deja de ser Palabra de Dios.

Después de ese ejemplo podemos preguntarnos ¿El que los relatos del Génesis no sean ciertos quiere decir que todo el tiempo hemos creído una mentira? No, definitivamente no. Insisto en que lo importante no son los detalles históricos, sino qué nos enseñan esos relatos. Lo central de los relatos no es contarnos al pie de la letra cómo sucedió todo, sino trasmitirnos las verdades que Dios quiere que entendamos y así hacer su voluntad.

Pronto entraremos de lleno al estudio a conciencia de cada capítulo del Génesis y abordaremos con más paciencia y exhaustivamente estos temas. Por ahora me encantaría pensar que ustedes tienen una mente abierta y así que juntos podamos ir construyendo las reflexiones basadas en las verdades que el libro quiere transmitirnos, y no me gustaría pensar que ustedes abandonan este espacio de reflexiones bíblicas con la idea que esto es “hereje” y seguir creyendo en dogmatismos y cosas que carecen de certeza histórica abrazando ideas falsas no bíblicas.

En una era como esta, de la información, es necesario estudiar a conciencia las Escrituras y echar mano de las ciencias que lejos de desvirtuar la Biblia lo que hacen es abrirnos un panorama más amplio y así comprender lo que realmente el Espíritu de Dios quiere enseñarnos a través del Génesis.

Ezequiel Barrera

sábado, 6 de octubre de 2012

¿Quiénes escribieron el Génesis? I parte

Solo la pregunta que sirve como título a esta entrada del blog puede parecer chocante para los que siempre han creído que el Génesis es producto del puño y letra de Moisés, pero la verdad hay suficiente evidencia histórica, además de literaria, para afirmar que el libro del Génesis no fue escrito por Moisés. Y si no fue escrito por él, ¿Entonces quién es el autor? o mejor dicho aún, que sería una pregunta más acertada, ¿Quiénes fueron los redactores del Génesis?

Durante los últimos años, Génesis ha sido uno de los libros más estudiados de la Biblia, y no solo hermenéuticamente, es decir no solo se ha estudiado el texto, sino también el contexto literario, social, económico, político y religioso que rodea al libro. Y cuando digo CONTEXTO no solo me refiero a lo que rodeaba a los relatos del libro, también incluyo lo que rodeaba el momento en que fue redactado. Y dicho sea de paso, no tenemos que confundir el tiempo en que sucedieron las cosas que relata el libro con el tiempo en que fue redactado, pues son dos momentos totalmente distintos.

Entre esos estudios e investigaciones se le ha dado mucha importancia a quiénes fueron los redactores del Génesis. Asunto que en esta oportunidad queremos abordar.

Resulta que hoy en día, producto de las investigaciones y estudios, no solamente tenemos la afirmación tradicional, que dice que la paternidad literaria del libro le pertenece a Moisés, sino también tenemos la postura crítica histórica-literaria.

Sobre la afirmación tradicional no profundizaré, me interesa más compartir lo que plantea la postura crítica histórica-literaria, que en mi opinión tiene más peso en razón de sus argumentos históricos y literarios.

Esta postura propone que la mayoría de los libros de la Biblia, sobre todo el Pentateuco y los que conocemos como "históricos" y en nuestro caso el Génesis, son el producto de un proceso histórico. Es decir, hay una hipótesis documentaria que sostiene que el Génesis es una colección de varios documentos de diversos orígenes, tiempos y autores anónimos.

Los proponentes de esta postura afirman que en el Génesis hay, por lo menos, tres documentos principales. El primero, llamado Yahvista (J) en el cual consistentemente se usa el vocablo hebreo Jehovah como nombre de Dios. Su autor se presume pertenecía al territorio sur del reino y fue el autor más antiguo. Un segundo documento (E), el Elohista, que usa el vocablo hebreo Elohim como nombre de Dios y cuyo autor fue influido por las predicaciones éticas de los profetas y de fecha posterior al Yahvista. Y un tercer documento (P) llamado Sacerdotal que presenta las reflexiones teológicas, los temas de interés al culto, las genealogías, etc., todos de interés peculiar a los sacerdotes. (1)

Reflexionando en esto podemos sacar una primera lección. Aceptar que Génesis no fue escrito por Moisés y que en realidad para ser redactado tuvo que pasar por todo un proceso, nos lleva también a pensar que las Escrituras no fueron el producto de un dictado divino para que escribieran el contenido de los libros, y en nuestro caso el Génesis.

Se piensa erróneamente que los autores de la Biblia tenían un éxtasis o un trance espiritual en el cual Dios les revelaba lo que tenían que escribir y lo que no, y que por eso las escrituras son santas e inspiradas por el Espíritu Santo, pero la verdad es que las cosas nunca sucedieron así. Los libros de la Biblia, como en el Génesis, fueron el producto de todo un proceso y de varios autores, que quizá nunca lleguemos a conocer, y que incluso los escribían con una ideología política, económica y religiosa. Pero es precisamente todo eso lo que el Espíritu Santo inspiró y que tomó como su Palabra.

¿Esto en qué nos ayuda para nuestra vida cotidiana? No sé si lo han notado, pero personalmente encuentro una gran enseñanza sobre cómo todo lo que hacemos puede ser tomado por el Espíritu Santo para bendecir a otros.

Los redactores del Génesis no estaban enterados que sus escritos, con fines políticos, económicos y religiosos, se convertirían en las sagradas escrituras que hoy bendicen a todos los cristianos. Asimismo lo que nosotros hacemos, quizá con otros fines, Dios lo puede utilizar para bendecir a otros, sin que nos enteremos.

¡Me encanta pensar que Dios puede usar mi vida sin que yo me entere! Y mejor, porque si me enterara quizá mi corazón podría llenarse de orgullo y pecar.

Permíteme decirte algo poderoso: ¡Dios te usa sin que lo notes! ¡Alabado sea nuestro Dios que se ha fijado en nosotros para usarnos!

En la próxima ocasión seguiremos abordando el tema de quiénes están detrás de la redacción del Génesis, pues aún no lo hemos agotado. ¡Los espero la próxima ocasión!

Ezequiel Barrera

Notas:
(1) Comentario bíblico Mundo Hispano, Introducción al Génesis.

viernes, 5 de octubre de 2012

Génesis, un libro de sorpresas

Génesis es un libro que está lleno de sorpresas, porque cuando uno comienza a estudiarlo con un verdadero interés se encuentra con cosas que son totalmente distintas a las que nos han enseñado.

No estoy diciendo que las enseñanzas sacadas de este libro y expuestas desde un púlpito cristiano sean malas, ni hechas con una mala intención. De hecho muchos predicadores son personas sinceras y comprometidas con Dios, pero les hace falta un estudio serio de las escrituras y eso provoca que enseñen cosas que la Biblia no dice y así extravían a los cristianos que también tienen un patrimonio del saber muy pobre y aceptan todo solo porque el predicador lo dice.

¿El predicador está mal por no estudiar seriamente las escrituras y enseñar lo que él entiende? ¿Los cristianos están mal al aceptar todo lo que sus predicadores les enseñan? No, definitivamente no. Ni el predicador tiene la culpa de enseñar mal las escrituras, ni los laicos al aceptar todo lo que se les enseña.

Hemos heredado desde tiempos antiquísimos una teología basada en el "Amén automático", que acepta todo  sin cuestionar si es cierto o si realmente tiene fundamento bíblico, y luego se reproduce esas enseñanzas, tal cual se recibieron. El predicador recibió una enseñanza superficial de las escrituras cuando él era laico y luego que se convirtió en predicador enseña el sistema de doctrinas que aprendió.

Por eso ha llegado el tiempo de acercarnos más al texto bíblico y despojarnos del presupuesto de ideas que tenemos sobre la biblia, y en este caso del libro del Génesis, y dejar que la Biblia misma nos hable y no hacer que ella diga lo que nosotros queremos que diga para continuar con las ideas que hemos aprendido de otros predicadores y no de las escrituras.

Nuestro estudio del Génesis en este blog nos llevará a encontrarnos con sorpresas y cosas que parecerán chocantes con lo que hemos aprendido anteriormente, pero es ahí cuando debemos tener una mente libre de prejuicios para comprometernos con la Biblia y no con las ideas que alguien nos enseñó sobre el Génesis.

Este blog es una oportunidad para el debate, en donde ustedes pueden opinar libremente sin temor y así juntos ir construyendo las reflexiones que Génesis nos dejará para nuestra vida cotidiana.

¡Que el Espíritu nos guíe a toda verdad! Y que esa verdad nos incite a ser mejores cristianos para con Dios y con las personas que nos rodean en la realidad latinoamericana en la que vivimos.